Por David Nossiff Sepúlveda
1) Se dice que no es la oposición quien gana las elecciones, sino, el gobierno es quien las pierde.
2) Por lo tanto, el hecho de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se este perfilando para ocupar 259 curules en la Cámara de Diputados, más lo que pueda aportar el Partido Verde (PV), conlleva a que la presidencia de Felipe Calderón esté sumamente acotada. Esto, va a tener como consecuencia una serie críticas al interior del partido del Presidente, como consecuencia del método de elección de candidatos. Además, de la factura que tendrá que pagar ante el PRI por realizar una campaña de “contrastes”.
3) Es oportuno agregar, que el Partido Acción Nacional (PAN), también perdió el corredor azul del Estado de México (Naucalpan, Cuatitlán Izcalli y Toluca), además de no poder conservar las gubernaturas de Querétaro y San Luis Potosí, mucho menos recuperar la gubernatura de Nuevo León, y por si fuera poco, perdió distritos con un voto duro panista que le había permito ganar en comicios anteriores, por ejemplo, el puerto de Tampico.
4) Sin embargo, paradójicamente puede plantearse la posibilidad de negociar en San Lázaro con el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Porqué, la fracción que dirige al partido es Nueva Izquierda, así pues se trata de el ala moderada del PRD. Por lo que, el ejecutivo tiene que reconocer que el PRD no su adversario principal. Además, esta puede ser una muy buena oportunidad para que las demandas de la izquierda partidista (o una parte de ella) se pueda insertar en la agenda.
5) El incremento de la votación del PV, no se debe a sus propuestas chicarroneras, sino, al contubernio celebrado con los consorcios televisivos. Pues, de ésta manera pudo triplicar su presencia de spots en casi todo junio, además de ser favorecido por la “propaganda encubierta” (TV Notas, TV Novelas, etc.).
6) Si se tratara de un sistema parlamentario, gobernaría el jefe de la mayoría partidista. O bien, el parlamento ya hubiera utilizado la moción de censura para forzar la sustitución del Jefe de Gobierno. Pero, no es viable en un sistema presidencial, por lo que habrá que preguntarse si: ¿El sexenio de Calderón sólo tendrá continuidad en lo administrativo y cronológico?
7) Finalmente, le faltó operación política a Acción Nacional (AN); les dejó margen de maniobra a los gobernadores priístas (quienes son dueños en su comarca). Además, el Presidente tiene varios frentes que cubrir, tanto en el Congreso, como con ciertos sindicatos (como el que encabeza Elba Esther Gordillo) que acotan su espacio de poder.