Diputados golondrinos




Diputados golondrinos
Por Heriberto San Martin García


Tienen razón los ciudadanos que manifiestan su disgusto con los representantes populares, en este caso concreto con los diputados, que en tiempo de campaña recorrieron todos los rincones de su distrito y ofrecieron la luna y las estrellas, y ya en el cargo jamás regresaron ni por la feria, como reza el dicho popular.

Tienen razón los que hoy se encuentran molestos porque, como en las telenovelas, una vez que entregaron el tesoro – el voto – ya no volvieron a ver a quien les cortejó con insistencia y haciendo gala de todos sus encantos.

Entiendo a los que esperaban encontrarse frente a frente y mirar a los ojos a su diputado, para reclamarle si hizo algo malo, o de plano nada hizo, o aplaudirle si desarrolló alguna actividad positiva.

Creo que la razón les asiste a quienes entregaron su voto para elegir a un representante en el Palacio Legislativo de San Lázaro, que estuviera en contacto permanente con los ciudadanos que le dieron el cargo, y hoy están molestos porque no se cumplió su expectativa.

Comprendo a los ciudadanos de Rio Bravo, aunque el distrito electoral 3 no es exclusivo de ese municipio, que reclaman a los diputados porque se quedaron en el DF, se metieron de lleno a la agenda nacional… y se desentendieron de la región que representan.

Es una buena estrategia hacer el reclamo correspondiente hoy que es tiempo de renovar las representaciones en la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión.

Es rentable desde el punto de vista político, que el candidato del PRI, Edgardo Melhem Salinas (que hoy quiere ser diputado, pero antes no quiso serlo) señale y acuse a los diputados que no volvieron a su distrito.

Puede generarle simpatías a Edgardo Melhem Salinas que acuda ante un Notario Publico –para subsanar la falta de credibilidad y el poco valor que tiene la palabra de los políticos priistas– para intentar diferenciarse de los diputados que se alejaron de sus representados, que ya no volvieron a las calles donde pidieron el voto.

Es de lo mas rudimentario, de lo mas básico, pero reconozco que es efectivo acusar a los que ya no volvieron, y prometer una conducta diferente, ofrecer que se visitará (y aquí estamos frente al absurdo de prometer visitas, cuando lo normal seria vivir entre los mismos) cada tres meses a la ciudad X.

Y con todo y reconocer que le puede ser útil a Edgardo Melhem Salinas la critica a los legisladores que no volvieron, a los diputados que por esa circunstancia se les conoce como “golondrinos”, no comprendo como Edgar se atreve a criticar a su diputado, al legislador de su distrito, a su representante en la Cámara de Diputados, a su compañero de sector y de Partido… a Tomas Gloria Requena.


Tomas Gloria, Diputado Federal del PRI, oriundo de San Fernando y perteneciente al Sector Campesino del Revolucionario Institucional no cerró la Oficina de Enlace Legislativo u Oficina de Gestoría faltando medio año para concluir su encargo…. jamás tuvo una oficina semejante en Rio Bravo.

Tomas Gloria no se vio envuelto en problemas por la muerte de niños accidentados en un vehículo suyo, cuando acudían a ver al Presidente de la República y a conocer la capital del país como premio a sus buenas calificaciones…. él nunca apoyó a estudiante alguno.

Tomas Gloria no tiene malas relaciones con los comunicadores de Río Bravo… simplemente no los conoce.

Tomas Gloria nunca ha dicho que su trabajo en Comisiones lo obliga a permanecer en el DF y a realizar frecuentemente viajes internacionales… porque no preside Comisión, es un legislador del montón.

A Tomas Gloria no se le puede aplicar el calificativo de diputado golondrino… pues no se le debe pedir que regrese, al que nunca se fue, porque jamás llegó.

Por eso es muy buena la advertencia que hace Melhem: cuídense de los diputados golondrinos, cuídense de los diputados desobligados, cuídense de los que no regresaron, cuídense de los priistas como Tomas Gloria Requena.