Gamundi viejo, no aprende maroma nueva

sábado 16 de mayo de 2009

Gamundi viejo, no aprende maroma nueva…

En esta segunda semana de las campañas federales que está por concluir, ha quedado de manifiesto que el Dirigente Estatal del Partido Revolucionario Institucional (¿Cómo se puede ser revolucionario e institucional?) no cambia su forma de operar.

Seguramente porque sus candidatos no han iniciado como él lo esperaba, el Lic. Ricardo Gamundi Rosas ha recurrido a su vieja táctica del auto-flagelo; es decir, se hace la víctima de hechos que sin duda alguna su misma gente orquestó y llevó a cabo.

Por el rumbo del Distrito II, donde la lucha pinta muy pareja entre Everardo Villarreal y Gerardo Peña, el Presidente del PRI en Tamaulipas se quejó de los daños que sufrió la camioneta donde supuestamente se trasladaba la Señora de Villarreal Salinas…pero resultó que el vehículo es propiedad de Dulce Nava, titular de una de la Oficialías del Registro Civil en la norteña ciudad de Reynosa. Al día siguiente se supo que el bien mueble fue maltratado al haberlo estacionado en uno de los barrios más conflictivos de aquella frontera.

En el Distrito III, la contienda es aun más cerrada...según el dicho de algunos conocedores el final podría ser – usando el lenguaje del atletismo – de fotofinish. Y fue precisamente en Río Bravo donde, de acuerdo al Notario Público con más trabajo en Tamaulipas, los candidatos del tricolor se vieron afectados por el daño que se causó en parte de su propaganda política; lo que no precisó “El Negro” Gamundi fue que las pintas de las que se quejan son las típicas travesuras de los jóvenes que gustan de practicar el arte del grafiti.

Vergüenza debería de darle a este personaje recurrir a esos viejos trucos de la grilla gansteril, porque es por demás obvio que estas artimañas sólo pueden tener dos motivaciones: tratar de prender las gélidas campañas de sus candidatos o bien – lo que sería mucho peor – pretender justificar (si acaso esto fuera posible) la intervención de otros actores no precisamente políticos en las campañas y en la jornada electoral.

Hay que recordar que la seguridad pública en los municipios es responsabilidad de los presidentes municipales, así que si se dañan vehículos o propaganda, se roban coches, asaltan comercios, golpean los maridos a sus esposas o se comete cualquier otra conducta delictiva, a quien tendría que reclamarle Ricardo Gamundi la falta de garantías para desarrollar una campaña política en óptimas condiciones, es ni más ni menos que a Oscar Luebbert en Reynosa y a Roberto Benet en Río Bravo.

Publicado por Jinete Azul