Mensaje del Presidente Calderón con motivo de su Tercer Informe de Gobierno


El día de ayer, en cumplimiento a lo dispuesto por el Artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presenté al Honorable Congreso de la Unión un Informe escrito sobre el estado general que guarda la Administración Pública.

El año transcurrido ha sido un año diferente, por diversas condiciones que impactaron severamente la vida de nuestra Nación, y pusieron a prueba la fortaleza de las instituciones y de nuestra sociedad. Destaco, a continuación, las principales acciones que hemos realizado en cada uno de los ejes que hemos planteado a la Nación desde el principio de la Administración.

En materia de Estado de Derecho y Seguridad Pública. Nuestro objetivo ha sido refrendar a México como un país de leyes y de instituciones y garantizar la seguridad pública de los ciudadanos. En estos tres años de Gobierno, hemos asegurado cerca de 50 mil armas, casi 22 mil vehículos; baste decir que la droga que hemos decomisado, alcanzaría para proveer con más de 80 dosis a cada joven mexicano entre los 15 y los 30 años de edad.

Tan sólo en los últimos 12 meses se han detenido a mil 400 secuestradores, se han desarticulado más de 200 bandas y se han liberado más de mil víctimas secuestradas. Todos estos resultados han sido posibles gracias a la valentía de los integrantes de la Policía Federal, de la Procuraduría General de la República y de las Fuerzas Armadas.

Mujeres y hombres ejemplares, que han respondido con decisión y, algunos de ellos, con su vida, al llamado de la Patria para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En esta Administración nos trazamos también la meta de transformar nuestra economía, a fin de hacerla más competitiva y capaz de generar los empleos que necesitamos.

En la segunda mitad del año pasado, en el 2008, México comenzó a sufrir los efectos de la crisis económica internacional. En efecto, ésta ha sido la peor crisis económica en décadas, pero gracias al esfuerzo de todos, logramos que su impacto en el empleo y en el ingreso de los mexicanos fuese considerablemente menor a lo que se registró en crisis anteriores.

Entre las medidas concretas que tomamos para proteger los empleos de los mexicanos, se encuentran las siguientes: El Programa de Preservación del Empleo. Ahí protegimos a los trabajadores, en particular los de las industrias exportadoras, que fueron las más afectadas por la caída de nuestras ventas externas.

Ampliamos el Programa de Empleo Temporal. Y así, en el primer semestre del año brindamos oportunidades de trabajo a medio millón de mexicanos, cuyas familias, sin estas actividades, no hubieran tenido posibilidad de ingreso.

Y de manera muy relevante, seguimos impulsando el Programa de Infraestructura más grande en la historia contemporánea de México. En menos de tres años hemos invertido más de 100 mil millones de pesos en proyectos carreteros.

También, la Administración ha adoptado una política social integral que busca igualar las oportunidades de vida digna para los mexicanos. Con el Programa Oportunidades, estamos apoyando ya a cinco millones 200 mil familias; es decir, prácticamente una de cada cuatro familias mexicanas, con becas educativas y apoyos económicos para útiles escolares, servicios de salud y suplementos alimenticios.

Hemos ampliado la cobertura de los servicios de salud a quienes más lo necesitan. Hoy, el Seguro Popular protege a más de 10 millones de familias. Y a la fecha, el Seguro Médico para una Nueva Generación cubre ya con servicios de salud a más de dos millones 200 mil niños y a sus familias.

En coordinación con las autoridades locales, del Distrito Federal y del Estado de México, estamos rehabilitando la infraestructura de la Cuenca del Cutzamala, a fin de mitigar los efectos de la sequía que ha provocado el grave abatimiento de sus presas.

Con la misma convicción, seguiremos trabajando con los gobiernos locales para resolver de fondo y de manera sustentable el suministro y el reciclaje del agua en la Ciudad de México. Estamos trabajando hombro con hombro para resolver este serio problema de sus habitantes.

Como he dicho, éste ha sido un año particularmente difícil para los mexicanos. Pasada esta difícil coyuntura, ahora la prioridad debe ser recuperar la senda del desarrollo humano sustentable, la del combate a la pobreza, la del crecimiento económico acelerado con justicia y con generación de empleos.

Esta tarea a todos corresponde, y para lograrla, México requiere de unidad de propósitos y de unidad de acción. Para que México cambie, y cambie de fondo, tenemos que cambiar nosotros, quienes tenemos algún tipo de responsabilidad encomendada por los electores.

Tenemos una oportunidad, ahora que se ha renovado la Cámara de Diputados y se han renovado sus liderazgos. Porque en todo cambio hay siempre la oportunidad de replantear prioridades y estrategias.

Y quienes tenemos responsabilidades públicas, no podemos permitir que la grandeza de México, que está en su gente, en sus recursos, en su historia, quede finalmente frustrada en sus posibilidades por la falta de visión de los actores políticos, que nos impida ponernos de acuerdo para cambiar y acerca de cómo cambiar al país.

Es la hora de cambiar, y es la hora de cambiar a fondo. Por eso, hago un llamado enérgico a todos los mexicanos para despertar la enorme capacidad que tenemos de forjarnos un futuro mejor. Convoco a que cada una y cada uno de nosotros ponga lo que tenga que poner